La oficina británica Foster + Partners está liderando una importante obra de renovación para un edificio histórico en Madrid, España. El proyecto consiste en la construcción de un complejo corporativo para Acciona y busca revitalizar un antiguo edificio industrial abandonado, construido en 1905, creando más de 10 mil metros cuadrados de oficinas.
El nuevo emprendimiento corporativo de Acciona, empresa española de infraestructuras y energía sostenible, ya está en construcción. El proyecto propone la reforma de una antigua industria, de principios del siglo XX, con el objetivo de "dar un ejemplo de sostenibilidad a los edificios rehabilitados y, al mismo tiempo, aportar nuevos aires al entorno".
Utilizado originalmente como una industria de gas natural que abastecía de energía a la región, el edificio fue abandonado y, en 2017 fue adquirido por Acciona. Ubicado en la Calle 30 de Madrid, con acceso directo al transporte público, los 10.000 metros cuadrados de nuevas oficinas se extienden hasta la estación de metro Méndez Álvaro, pasando por un conjunto ajardinado que disuelve el límite entre lo público y lo privado.
Nigel Dancey, arquitecto responsable de Foster + Partners, expresa:
Este proyecto ofrece la rara oportunidad de darle una nueva vida a este imponente edificio. Es un gran ejemplo de la obra de Luis de Landecho a principios del siglo XX. Nuestro proyecto tiene como objetivo rescatar este espíritu original y, al mismo tiempo, crear nuevos espacios flexibles y adaptables a nuevas formas de trabajar. Junto con Acciona, hemos desarrollado un proyecto que se guía por nuestra visión compartida de sostenibilidad y demuestra nuestro compromiso con el medio ambiente.
Una serie de pisos escalonados se introdujeron bajo este techo histórico. "Hecha de madera, una fuente sostenible de material de construcción, la estructura ligera permite flexibilidad espacial, al mismo tiempo que integra iluminación, ventilación y otros factores". Esta estructura está fabricada con materiales naturales, es reciclable y desmontable, por lo que protege más de 1000 toneladas de dióxido de carbono, contribuyendo al medio ambiente.
Creando un ambiente biofílico, este proyecto parte de una apertura cenital central, que trae luz natural al interior y reduce la necesidad de consumo de energía artificial. Además, el edificio incluirá una nueva zona exterior que "incluye un parque de más de 10.000 metros cuadrados, con 300 árboles y espacios de trabajo al aire libre, así como áreas para reuniones informales protegidas por las copas de los árboles".